¿Por qué hacer pruebas de detección rutinarias ahora?

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calcula que 1 de cada 8 personas con VIH en Estados Unidos no saben que están infectadas. Las personas que no saben que están infectadas causan la mitad de las nuevas infecciones por VIH cada año. Se calcula que 1 de cada 6 texanos mayores de 13 años con VIH no han sido diagnosticados. Esto significa que 18,000 texanos pueden estar infectados por VIH sin saberlo.

Los datos de vigilancia de enfermedades muestran que más de 1 de cada 4 texanos con VIH recibió un diagnóstico tardío de su infección. Esto significa que se les diagnosticó SIDA en los tres meses siguientes a su diagnóstico de VIH. Estas personas llevan muchos años viviendo con VIH y representan oportunidades perdidas de prevención y tratamiento.

Los diagnósticos tardíos son especialmente elevados entre la población hispana en Texas. En el caso de los hispanos con VIH que viven en Texas, el 32% recibió un diagnóstico tardío, en comparación con el 26% de los blancos y el 23% de los negros. La disparidad es aún mayor en el caso de los hombres. El 44% de los hombres hispanos con VIH recibieron un diagnóstico de SIDA en los 12 meses siguientes a su primer diagnóstico de VIH, en comparación con el 33% de los hombres negros y el 35% de los hombres blancos.

El diagnóstico y el tratamiento tempranos son mucho más eficaces que cuando el VIH se diagnostica tarde durante el curso de la enfermedad. Un diagnóstico tardío significa que muchos texanos están infectados con el VIH durante años sin saberlo, lo que impide que haya un cambio en sus hábitos. También están sin el tratamiento que podría disminuir la carga viral y reducir la transmisión. En teoría, las nuevas infecciones por VIH podrían reducirse en más de un 30% al año si todas las personas infectadas conocieran su estado serológico y redujeran los comportamientos que pueden transmitir el VIH a otras personas.

La prevalencia del VIH está aumentando en Texas.

En los últimos cinco años, el número de texanos con VIH aumentó casi un 19%.

  • En 2014, se sabía que unas 80,073 personas vivían con VIH.
  • El número de nuevas infecciones por VIH reportadas se ha mantenido estable en unos 4,500 casos al año.
  • El número de muertes entre las personas infectadas por VIH se ha mantenido sin cambios, alrededor de 1,400 al año.

Hasta ahora parece que estamos manejando bien los nuevos casos de VIH, pero la mejora del tratamiento y de la supervivencia significa que cada vez hay más personas con la enfermedad. ¿Qué hará falta para reducir los nuevos casos?

El conocimiento del estado de la enfermedad y la vinculación y retención en la atención médica son muy importantes. Puede ayudar a prevenir nuevas infecciones. Las personas con VIH deben conocer su estado serológico. El conocimiento de la propia infección por VIH tiene un impacto directo en la salud y el bienestar de esa persona, de sus seres queridos y de su comunidad. El conocimiento también brinda la oportunidad de detener una mayor transmisión. Una vez que se diagnostica el VIH, las personas tienden a tomar medidas para proteger a sus parejas. Las personas seropositivas también tienen menos probabilidades de infectar a otras si reciben un tratamiento que reduzca la cantidad de virus en su organismo.

En 2006, los CDC publicarond recomendaciones revisadas para la realización de pruebas del VIH a adultos, adolescentes y mujeres embarazadas en entornos médicos. Estas recomendaciones urgían que se realizaran pruebas de detección del VIH a los pacientes de 13 a 64 años en todos los entornos médicos. Estas recomendaciones pretenden abordar las estimaciones persistentemente elevadas de infección por VIH no diagnosticada o diagnosticada tardíamente. En 2013, el United States Preventive Services Task Force (USPSTF) publicó recomendaciones para que los médicos realizaran pruebas de detección del VIH a adolescentes y adultos de entre 15 y 65 años. Los adolescentes más jóvenes y los adultos mayores con mayor riesgo también deberían someterse a las pruebas de detección. El USPSTF recomienda que los clínicos realicen pruebas de detección del VIH a todas las mujeres embarazadas, incluidas las que se presenten en el parto sin haberse sometido a la prueba y cuyo estado serológico se desconozca. Ambas son recomendaciones de grado A.

La detección basada en el riesgo sigue siendo importante, pero deben tomarse nuevas medidas para que las pruebas estén más disponibles.
Durante muchos años hemos seguido una estrategia de detección selectiva basada en el riesgo (detección basada en factores de riesgo). Este sigue siendo un compromiso importante y debemos emprender nuevas acciones para llegar a quienes no conocen su estado serológico. Las pruebas de detección del VIH deben estar más disponibles y ser más oportunas.

El estigma sigue siendo una barrera importante, pero la detección rutinaria puede ayudar a superarlo.
El VIH ha estado plagado de estigmas que actualmente siguen obstaculizando nuestros esfuerzos. Para llegar a quienes no tendrán acceso a las estrategias basadas en el riesgo y de inclusión voluntaria, debemos normalizar las pruebas de detección del VIH. La incorporación de las pruebas de detección rutinarias del VIH puede ayudarnos a dar grandes pasos hacia la reducción del estigma que sigue rodeando al VIH.

Las pruebas de detección rutinarias del VIH de exclusión voluntaria deben convertirse en parte de la experiencia de atención médica.
Le invitamos a unirse a nosotros. Infórmese sobre las pruebas de detección rutinarias del VIH en Texas. Ayúdenos a llevar este mensaje de cambio en nuestro enfoque de la prevención del VIH.