Prevención de reacciones adversas – Seguridad de las Vacunas

El riesgo de que se produzcan efectos adversos con las vacunas puede reducirse si se evalúan las precauciones y las contraindicaciones (en inglés) antes de la administración de cualquier vacuna. El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP, en inglés) proporciona unas Directrices Generales de Buenas Prácticas de Vacunación, que abordan dichas contraindicaciones y precauciones. También brinda información sobre algunos problemas comunes que pueden ser malinterpretadas como contraindicaciones y para los que la vacunación es generalmente segura. 


Contraindicación 

Las contraindicaciones son situaciones en las que, por lo general, no debe administrarse una vacuna. Suele significar que una persona tiene una afección que aumenta el riesgo de una reacción adversa grave tras la vacunación. Dado que muchas contraindicaciones son temporales, a menudo, las vacunas pueden administrarse más adelante, cuando la afección que da lugar a la contraindicación ya no exista. Ciertas afecciones suelen considerarse erróneamente contraindicaciones (es decir, no son razones médicamente válidas para no vacunarse).  

Los CDC proporcionan información sobre quiénes no deberían recibir ciertas vacunas  

(en inglés) o deberían esperar antes de recibirlas.


Precaución 

Una precaución es una situación que podría aumentar la posibilidad o la gravedad de una reacción adversa grave, o que podría comprometer la capacidad de la vacuna para producir una buena respuesta inmunitaria. Las precauciones pueden ser problemas temporales o permanentes. En general, las vacunas se posponen cuando existe una precaución. Sin embargo, pueden surgir situaciones en las que el beneficio de la protección de la vacuna supere el riesgo de una reacción adversa, y el médico o el proveedor de atención médica puede decidir administrar la vacuna. 

Según el ACIP (Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación) (en inglés), la presencia de una enfermedad aguda moderada o grave, con o sin fiebre, es una precaución para la administración de cualquier vacuna. Esto se debe a que puede ser difícil saber si alguien está teniendo una reacción adversa porque ya está enfermo. Sin embargo, a menudo, las vacunas pueden administrarse con seguridad durante una enfermedad leve, e incluso mientras alguien está internado. Los proveedores de atención médica saben cómo evaluar el estado de salud de una persona y recomendar el momento más adecuado para su vacunación.  

Las contraindicaciones específicas de cada vacuna pueden encontrarse en los formularios VIS, en los prospectos de los fabricantes y en las recomendaciones del ACIP.